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EL ESPACIO CIBERNÉTICO


Autoria:

Gabriela Araujo Sandroni


Advogada. Mestre em Estudos Internacionais pela Euskal Herriko Unibertsitatea/Universidad del País Vasco. Licenciada em Direito pela Universidade do Minho e Bacharel em Relações Internacionais pela Unesp.

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Resumo:

Este artículo se tratará de exponer el espacio cibernético como una simulación del espacio real.

Texto enviado ao JurisWay em 19/12/2013.

Última edição/atualização em 20/12/2013.



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En la Era de la Información, es difícil imaginar una economía o un gobierno sin una estructura digital. Para el presidente Barack Obama, la estructura digital es esencial para un ejército fuerte, para un gobierno eficiente y para una economía moderna. Sus palabras, mencionan que las revoluciones de la comunicación y de la tecnología de la información han creado el mundo virtual: el espacio cibernético. Por este razonamiento, seríamos dependientes cada vez más de este mundo. Nuestros softwares, ordenadores de mesa, ordenadores portátiles, móviles y Blackberrys serían parte de todos los aspectos de nuestras vidas.[1]

Además, son las estructuras de broadband network y las señales de Wi Fi, las redes masivas que dan energía a la nación, cómo las redes locales en las escuelas, hospitales y las redes masivas. Por otro lado, son las redes de Inteligencia y Militar las que aseguran la defensa de World Wide Web que ha logrado la mejor interconexión que en cualquier otro tiempo de la Historia humana.[2]

De hecho, el presidente estadounidense describe la interacción del espacio cibernético con nuestra sociedad y lo muestra cómo un espacio nuevo, diferente y separado del espacio real. Así, estaríamos adelante de la metáfora del espacio cibernético como un nuevo espacio. En este artículo, se tratará de exponer el espacio cibernético como una simulación del espacio real.

La tecnología ha revolucionado la interacción humana con el espacio, hasta el punto de que se imagina que se está viviendo en una constante Revolución Tecnológica, la cual fácilmente reflejaría la falacia que la sociedad humana es la tecnología.[3] El Internet tiene la capacidad de crear nuevos instrumentos de percepción para controlar mejor el medio social, incluyendo nuestro propio espacio. La importancia de la orientación espacial y temporal de una determinada sociedad es tal que su regulación se suele atribuir al gobierno. Al final, ¿cómo definir nuestro espacio cibernético?

Este control del espacio por los Estados se ha modificado en la Era de la Información. Se observa que durante la Historia Universal, el ser humano siempre ha tenido la curiosidad de conocer el inicio del universo. Las indagaciones filosóficas sobre el origen del universo ha llevado a muchos filósofos, y posteriormente científicos a escribir teorías sobre el tiempo y el espacio. Para Agustín de Hipona, por ejemplo, el tiempo era una propiedad que Dios había creado y su existencia se había dado con el inicio del universo. Años más tarde, los experimentos de Galileo con el movimiento de los cuerpos habían demostrado que en realidad el tiempo era una construcción de cualquier cuerpo y no tenía necesariamente un inicio. Newton, a su vez, teoriza el tiempo como un elemento absoluto separado del espacio siendo que el espacio no era considerado absoluto. Años más tarde con los estudios de Einstein y su teoría de la relatividad hubo una quiebra de la presunción del tiempo absoluto, pues la realidad es que ambos dependen de la visión independiente del observador. Su teoría también explica que el tiempo y el espacio se combinan resultando lo que se llama espacio tiempo.[4]

De hecho, el tiempo es un ente abstracto que abarca una realidad no solamente del individuo pero también de todo el universo. El tiempo real de los físicos y la curiosidad por definir su origen y quizá también su término, son indagaciones que no son parte de la realidad del tiempo y espacio físico, del espacio cibernético. El tiempo en el espacio cibernético comienza con la construcción de la red. El espacio cibernético también es de una creación simbólica que dinamiza todas las interacciones en la Web y otras aplicaciones.

La sociedad ha vivido en los últimos años un intenso cambio en la concepción del espacio y el tiempo, superando a la manera tradicional de pensarlos. La creación del Internet y su total disposición a los ciudadanos proporcionan una nueva interacción de espacio y tiempo que se simboliza con el término "ciberespacio" acuñado por el autor de ciencia ficción William Gibson.[5] Neil Postman define el ciberespacio como una idea metafórica de que la conciencia humana se encuentra en la interacción con la tecnología.[6] En su definición, supone una creación de espacio y tiempo a través de Internet cuando el ordenador se convierte en un puente entre la conciencia del individuo y el mundo virtual. El espacio, sin embargo, ya no se limita al espacio físico, sino a la conciencia humana que refleja su forma a través del lenguaje. Por lo tanto, el espacio cibernético va mucho más allá de la alusión independientemente de la estructura física de la información.

Para el geográfo brasileño Milton Santos, la unicidad del tiempo no está en el reloj porque si el horario es el mismo, hay una confluencia de momentos que del punto de vista físico es conocido como el tiempo real y a su vez, el tempo histórico como la interdependencia y la solidaridad del ocurrir.[7] De esta manera, él resalta que los diferentes horarios del mundo no son los mismos porque son las personas las que pueden controlar su uso. Considerando la evolución tecnológica y principalmente el papel de las empresas de la información, el ser humano ha conseguido revolucionar la técnica de la "unicidad del tiempo", la cual tiene como una de sus principales consecuencias el conocimiento instantáneo. Es más, Santos defiende que aunque el ideal de control del tiempo sea un “patrimonio” del hombre, está lejos de ser realidad debido a las ideologías que están inherentes a la sociedad humana.

El control del tiempo y del espacio en la visión de Milton Santos es parte de una lógica de la ideología capitalista, en que solamente un grupo tiene el privilegio de obtener y quizá falsear la información. De esta manera, él define como un mito la cuestión del espacio y del tiempo contraído como resultado de la velocidad. De hecho, la velocidad solamente está en el alcance en un número limitado de personas, de tal manera que según las posibilidades de cada uno, las distancias tienen significados diferentes.[8] Este punto de vista explicaría la exclusión digital, pues para participar del espacio-temporal cibernético es necesario que el usuario tenga un instrumento y también un servicio de Internet. En este caso, el ciudadano que no tiene recursos financieros suficientes para comprar todo el soporte para adentrarse en este espacio esta automáticamente excluido. Así, Internet acaba por ser un espacio elitista donde solo una parte de la sociedad tiene el acceso a esta realidad virtual.

Esta propia exclusión social en el espacio-temporal cibernético cuestiona, por ejemplo, la percepción de todos están participando en la Era de la Información. Es evidente que los excluidos del espacio cibernético son los oprimidos de la sociedad. La exclusión automática del pobre simboliza el materialismo virtual y el hecho de que el Internet no es un instrumento esencial para el ser humano. De esta forma, la democratización del espacio cibernético está restringida a un grupo de privilegiados, pero se puede resaltar que cuando es mayor el número de usuarios en un determinado país, ése mejora las condiciones que proporciona a sus ciudadanos.

Al observar el espacio cultural del Internet, se podría transponer el mito de la globalización de Milton Santos para el espacio-temporal virtual. Es evidente que la contracción del tiempo y del espacio en una plataforma singular y de construcción como el Internet hace pensar que existe una unicidad de mundo y un reflejo de lo que Milton Santos ha definido como la humanidade desterritorializada, es decir, el mundo sin fronteras. Su argumento se basa en el hecho de que las fronteras se desfallecen como imperativo de la globalización. Entretanto, esta globalización territorial puede ser considerada otro mito, pues el tiempo y espacio en el ciberespacio son controlados por diversos actores: Estados, empresas multinacionales, usuarios, entre otros. Los instrumentos tecnológicos son un puente entre el mundo real y virtual.

Las teorías miltonianas acaban por transmitir una parte de realidad espacio-temporal del ciberespacio. Lo que le da la libertad a cada usuario por controlar desde su ordenador y adentrarse en el espacio cibernético como ente espectador y constructor de realidades; actualmente las principales innovaciones tecnológicas en este espacio depende del sector privado. No obstante, es notario la rivalidad entre el sector privado de las multinacionales con el gobierno, pues este genera una limitación del espacio cibernético con la creación de leyes basadas en los principios democráticos o en varios casos en la defensa de la seguridad de este espacio.

En el ámbito psicológico del ser humano, el inconsciente genera una confluencia de tiempo y espacio. La ubicación del cuerpo físico está en interacción con otras espacialidades y tiempos. Se puede usar un ordenador en los EE.UU. para hablar por Skype con un amigo de Japón; por lo tanto, ocurre una interacción virtual en tiempo con el tiempo convencional de EE.UU. y Japón, y por lo tanto, lo mismo ocurre con el espacio. No obstante, hay intensas relaciones sociales en este espacio se pueden realizar transacciones financieras, comprar productos en el supermercado, organizar protestas, jugar, etc.

Se ve, por lo tanto, que la noción de tiempo-espacio físico sobrepone otra realidad de tiempo-espacio virtual. Se partimos de la idea de que la creación del tiempo y espacio está en el observador, de esta manera, el tiempo-espacio virtual puede ser absoluto y no mezclarse con ningún otro tiempo. La temporalidad y espacialidad estarían relacionadas más con la consciencia humana que la realidad física.

Teorías contrarias que expresan una cierta duda de la realidad espacial del Internet fueron descritas en la literatura reciente de Adrian Mihalache. Su argumentación principal parte de los presupuestos de que hay metáforas espaciales sobre el ciberespacio y apunta dos deficiencias principales: la primera, de que el espacio virtual no puede ser conquistado; y la segunda, es que como no es un espacio métrico la relación de espacio tiempo de la relatividad no puede ser construida.[9]

La interpretación de Mihalache sobre la concepción del tiempo y espacio cibernético está basada en los trabajos de William Blake tal como los extractos anti-Newton de los libros proféticos, y al contrario de lo que se piensa, él defiende que el tiempo y espacio virtual no son simultáneos. En realidad, el tiempo y espacio virtual sería un conjunto de espacios que reflejan los sitios webs, es decir, sus estructuras físicas. De este modo, su visión está más en el aspecto de los instrumentos que generan el espacio tiempo-virtual y no en la perspectiva del ser humano como constructor de su propio tiempo y espacio a través del espacio virtual offline y online.

Como él parte de la perspectiva física de la página, la construcción del espacio depende del constructor de la web, el cual lo define como cybersmith, quien es responsable por todas las definiciones del espacio constructor, mientras que por otro lado está el usuario como observador y constructor de otro espacio tiempo. Además, defiende que las actividades generadas por los usuarios, cuando se tornan participantes en el espacio virtual, son las realidades temporales simbolizadas en las transacciones. Este ideal es falso porque limita el Internet a las páginas Web.

La metáfora de la nueva frontera de Mihalache es incongruente cuando se analiza el punto de vista de la gobernanza del Internet. El defiende que una de las fallas del ciberespacio es el hecho de que ninguno pueda conquistarlo. Desde la perspectiva de la creación del Internet, que transmite la esencia de la cultura hacker, el espacio cibernético debería ser un espacio libre donde todos los usuarios estarían libres de participar de su universo. Esta visión idealista del espacio virtual contrasta con la realidad. Una realidad cibernética sin un mínimo de gobierno es utópica. Todavía, el hecho de exista un gobierno mínimo por parte de todos los actores no excluye la realidad de que el espacio virtual se caracteriza por no poseer un gobierno central.

Actualmente, se ve un gran desarrollo en los estudios de gobernanza de Internet, principalmente porque los Estados están cada vez más reivindicando su control y muchas veces entran en conflicto con las empresas multinacionales y también con las organizaciones no-gubernamentales de defensa de los derechos de Internet. Estas ideas son discutidas internacionalmente en el Internet Governance Forum. Luego, de manera alguna se puede defender la imposibilidad de conquistar este espacio. De esta manera, hay diferentes maneras de conquistar un espacio, basta hacer observaciones sobre la administración de otras infraestructuras tales como el aire, el mar y el espacio sideral.

La segunda metáfora que Mihalache resalta se basa en la vertiente religiosa occidental del Empyrean Realm of Wertheim. El compara el espacio cibernético con el paraíso por el hecho de ser una comunidad que está abierta para todos, está llena de entidades sin cuerpo, no tiene barreras de comunicación y el perfil puede ser guardado hasta conseguir una cierta inmortalidad.[10] El discurso utópico de la transcendencia a una ánima no se toma en cuenta, porque no existe una transcendencia del cuerpo, pero sí una serie de interacciones entre el inconsciente, el consciente y la realidad del espacio-temporal cibernético. Como ya se ha resaltado anteriormente, las teorías físicas que él propone para tirar el argumento de Wertheim no es coherente con la propia dinámica de interacciones de información del ciberespacio.

Al tomar en consideración todo el panorama de Blake, no se puede estar de acuerdo con tales teorías que abarcan este universo poético de Blake, ni sugerirlo como obra de inspiración para el Internet como consta en el fragmento abajo. La construcción simbólica del espacio social del Internet es fruto también de la psique humana, pero las consecuencias del Internet como instrumento, no pueden ser justificadas a través de la poesía, aunque al analizar la combinación de los códigos de programación a través de una perspectiva poética hace pensar que la fluidez de la Web es una abstracción poética. De cualquier manera, la Web no puede ser confundida con el Internet porque son dos aplicaciones distintas.

El ideal de Internet pasa por el concepto de compresión de tiempo y espacio en la sociedad pos-moderna de David Harvey, aunque no se restringe a esta visión materialista del espacio y tiempo en la sociedad. En las últimas décadas la sociedad ha pasado por una compresión del tiempo-espacio. Para Patrick Mooney, la teoría de compresión de tiempo-espacio de Harvey puede ser resumida así:

 

For Harvey, there is no "natural" way to conceptualize space or time; both are produced in the context of social action. He maps out a variety of ways that space is actually treated in practice, drawing largely on Lefebvre to produce another grid that summarizes methods of relating to space materially, representationally, and in the imagination. All of this is intended to demonstrate not only that space and time are connected to social practice, but also that they are connected to money: as an abstraction, money represents labor time; space is explored temporally, and time is represented spatially; and money allows capitalists to exercise control over both time and space.[11]

 

A partir del momento que el ciberespacio es utilizado por los gobiernos como una extensión de las prácticas de ciudadanía para facilitar la interacción entre el Estado y el ciudadano, el espacio del Internet es un simulacro, o mejor, una simulación de la realidad de sus actores, en este caso del propio Estado. En otras palabras, la simulación del Internet es un simulacro del ser humano cuando hacemos un perfil online y también de las corporaciones económicas. Para Harvey, con las técnicas modernas, la producción de imágenes como simulacros es relativamente sencilla. En la medida en que la identidad depende cada vez más de las imágenes, las réplicas seriales y repetitivas de identidad (individuales, corporativas, institucionales y políticas) estas pasan a ser una posibilidad y un problema real.[12]

Como un espacio que regenera poder, se debe tener en consideración que su origen data de la Guerra Fría. Internet fue diseñado para superar el poder de EE.UU. en contra de la ex Unión Soviética. En palabras del sociólogo Manuel Castells, Internet surgió de un esquema audaz similar a las tácticas de guerrilla en que los guerreros tecnológicos de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de EE.UU. crearon un proyecto para evitar que el sistema americano de comunicaciones fuera destruido por los soviéticos.[13]

La simulación de la realidad transmite también las esferas de poder del espacio real. El lenguaje es una herramienta importante de comunicación en la sociedad y se caracteriza por ser el principal medio utilizado en Internet. Por eso, se observa que hay grupos sociales que utilizan el ciberespacio para difundir sus ideales y promover el derrocamiento de gobiernos, tales como los acontecimientos de la primavera árabe. En este contexto, Nye parte de la concepción de que el gran problema de la Era de la Información es la falta de control por parte de los Estados de la comunicación, pues el Internet es una arma de poder y una de las principales consecuencias que el Internet ha proporcionado en el mundo es la posibilidad que el Estado-Nación desaparezca tal como se encuentra establecido en el tratado de paz de Westfalia.[14]

Es fundamental rechazar la idea de que hay un desfallecimiento del Estado por la existencia del espacio cibernético. La información libre es un derecho de todo ciudadano en un Estado democrático. Se sabe que las restricciones impuestas en las medidas tradicionales son parte de la lógica del poder de la elite económica. De cualquier manera, Nye hace un resumen de las transformaciones en la Era de la Información en la siguiente frase:

 

Such cyber transformations are still fanciful, but a new information revolution is changing the nature of power and increasing its diffusion. States will remain the dominant actor on the world stage, but they will find the stage far more crowded and difficult to control. A much larger part of the population both within and among countries has access to the power that comes from information.[15]

 

Si la definición de poder ya es algo muy difícil de concebir y sus diferentes concepciones son contestadas en el ámbito académico, Nye cree que para especificar una relación de poder siempre es necesario tener en cuenta el actor involucrado en la relación de poder, los objetivos y tópicos relacionados. Y resalta que el contexto actual, el poder en el espacio cibernético es muy importante y es algo nuevo. Por tanto, su visión de espacio cibernético está involucrada con la de poder. Sin embargo, se podría considerar el poder cibernético como algo nuevo si la concepción de espacio cibernético fuera el de la metáfora del espacio y no el de la simulación.

Se sabe que las metáforas del espacio cibernético son muy debatidas en el ámbito del Derecho estadounidense. Además de la teoría pos-moderna del espacio cibernético como una simulación, se pueden citar las metáforas del espacio cibernético como un espacio distinto del espacio real y también como una continuación del espacio real como se puede veer abajo.

 

First, the internal debate among theorists of cyberspace as space— the debate about what kind of space cyberspace “is”—has been insufficiently sensitive to the ways in which the theories themselves function as acts of social construction. When the dominant place- and space-based approaches to cyberspace are compared, what is most important about these approaches is the way in which all of them have situated the metaphoric construct of “cyberspace” in relation to “real space.” Within exceptionalist and unexceptionalist theories alike, the metaphor is deployed to situate “cyberspace,” explicitly or implicitly, as separate space. For exceptionalist theories, the assumption of separateness enables and ratifies highly ritualized and simplified conceptions of social ordering, which gain traction partly because they are envisioned as playing out a step removed from “real space.”[16]

 

Nunca se había imaginado el impacto que el Internet traería en la sociedad, no como un instrumento militar, sino como un nuevo espacio de creación. El aumento de usuarios de Internet en todo el mundo se ha traducido en el surgimiento de una nueva sociedad global en Internet. En otras palabras, el lenguaje siempre es una simulación virtual de la actual política, económica y de la sociedad real en el ciberespacio; es el reflejo de un conglomerado de culturas y poderes en su lenguaje único. Para Levy, el espacio cibernético es un espacio de la memoria de la humanidad.[17]

El conjunto de culturas en el ciberespacio hace que tenga características similares a las de la sociedad internacional y su gobierno, porque es un espacio que a priori no hay ningún poder oficial que lo represente. Por lo tanto, es un espacio anárquico. El Internet podría ser un reflejo de la interacción global en una área determinada sin fronteras, es decir, sería un espacio único que abarca a cualquier persona que tiene un ordenador y conexión adecuada, independientemente de su nacionalidad; y debido a la necesidad de contar con un ordenador y una señal de Internet, aquellos que no cuentan con estas herramientas terminan siendo excluidos de este espacio.

Se observa que en el caso del ciberespacio la regulación espacio-tiempo virtual es ajustada por el observador participante. Sería un espacio más libre y aunque hubiera algún tipo de control de algunos estados a censurar parte de su contenido, el control de la totalidad de Internet es prácticamente imposible. La falta de gobernanza del Internet es esencial para generar más innovación.

Desde una perspectiva de Baudrillard, esta configuración de Internet como una especie de terreno cibernético trabaja para minar la distancia simbólica entre lo metafórico y lo real. Se abandona el real de lo hiperreal presentando una simulación cada vez más real de un mundo global y comprensible.[18] A lo mejor, Internet es un símbolo de la evolución de la comunicación humana donde la velocidad de la información y la manera de cómo es transpuesta en el espacio cibernético se caracteriza por ser una simulación de lo real. Desde este punto de vista, el propio Internet alcanza el status de símbolo. Sus tiendas online, los bancos, sus periódicos no están en un nuevo espacio diferente del espacio real, sino, en un espacio simulado caracterizado por la construcción. Este espacio como un simulacro de la  realidad acaba por ser caracterizado más por su instantaneidad y de-territorialidad. Así, se tiene no solamente una simulación del espacio real, pero también de la consciencia humana: el imaginario y el real se encuentran en el espacio del Internet.

Sin embargo, la interacción de la sociedad en el espacio virtual ha creado un nuevo espacio que se caracteriza por su fuerte capacidad de simulación. Este espacio simulado tiene su propia cultura, idioma, economía y reglas que a menudo superan la realidad del espacio físico, y por lo tanto, sus particularidades lo convierte en un espacio en la geografía humana.

El impacto de Internet en la sociedad también se refleja en todas las áreas de la ciencia. Actualmente, es normal que un médico haga consultas por Internet. En el ámbito de las informaciones, el Internet es un gran repertorio de recuerdos almacenados, permitiendo que cualquiera pueda estar en un ambiente donde varias historias se mezclan; historias oficiales, relatos históricos y las denuncias individuales, como el Wikileaks, por ejemplo, mismas que comparten el mismo espacio. Su propio lenguaje se funde con las lenguas existentes y en muchas ocasiones, nacen las lenguas muertas o aquellas que son poco utilizadas en el ambiente físico, tales como el esperanto. Hay un rasgo de inmortalidad en la información que recuerda a las teorías utópicas del ciberespacio.

Se observa que la identidad en Internet puede ser reinventada, esta cuestión sería un perfecto ejemplo del simulacro humano. Desde el momento en que existe una interacción física en el ciberespacio y el control del gobierno, cualquiera puede crear nuevos personajes para adentrarse en este espacio. El ciberespacio gana vida con la libre expresión de los individuos, que no están obligados a actuar de acuerdo a las normas impuestas por la sociedad en el mundo físico. Por otro lado, se tiene a las redes sociales como espacialidades de la reinvención de la persona que busca proyectar a través del Internet, de acuerdo a su conciencia y buscando una interacción para reafirmar su existencia física en el espacio virtual. Twitter y Facebook son buenos ejemplos de simuladores de identidades.

Otro dato interesante del ciberespacio es el ámbito económico. En principio, se pasa a través de una transposición del sistema financiero en el mundo virtual: es posible llevar a cabo operaciones bancarias, inversiones, compra de bienes y servicios a través de Internet. La segunda etapa del proceso económico fue la creación de su propia moneda: el Bitcoins.[19] El dinero virtual podría ser el resultado de la rebelión y la búsqueda de una mayor libertad en las transacciones económicas en el mundo online y esto cuestionaría el papel del dinero físico. El uso de Bitcoins sería una manera de competir con el Estado en el control del sistema financiero; después de todo, el uso de Bitcoins no está regulado y cualquier persona, sin necesidad de identificarse, puede comprar y vender Bitcoins o incluso crear su índice de acciones propias.

En este panorama, se ve un movimiento económico específico del ciberespacio, donde hay incluso una propia identidad monetaria. La economía en el ciberespacio trae consecuencias sociales parecidas con las que ocurre en el espacio real. Desde que todo el sistema económico real fue investido en el espacio virtual, todas las crisis económicas más recientes fueron primeramente efectuadas en este espacio. La virtualización del dinero físico y de todas las operaciones bancarias y las bolsas de valores tiene también como consecuencia que haya una proliferación de fraudes online; además, el Internet como espacio de exclusión social es algo común que ya se ha descrito anteriormente.

El mundo virtual no se limita sólo a los aspectos positivos de la sociedad, la transgresión de la ley es clara en Internet. Hay una serie de crímenes en que fueron transpuestos y que debido a la falta de regulación y control del ciberespacio, el Estado se ha vuelto incapaz de ejercer su poder de castigo, principalmente cuando los criminales cometen delitos a través de servidores ubicados en países donde la práctica no se considera un delito, aunque lo sea en su país de residencia; o cuando los delincuentes utilizan avanzadas técnicas de hacking que impiden el descubrimiento de su identidad.

El número de propagación de gusano y virus en la Internet con el propósito, no solamente de infectar los ordenadores, sino también de robar datos bancarios o datos reservados, hace con que exista una inseguridad en este espacio. Para evitar la inseguridad en el ciberespacio algunos gobiernos ya empezaron a crear departamentos propios en la policía y ejército, para mantener el orden jurídico en este espacio, pero como se trata de un espacio donde hay un mayor margen de libertad, las empresas privadas de seguridad también ocupan una posición grande para ofrecer servicios de seguridad.

También es interesante citar que los EE.UU. iniciaron el movimiento para la seguridad del ciberespacio y lo consideran como parte de su infraestructura juntamente con la tierra, el mar, el aire y el espacio sideral. Ellos incluso han creado divisiones específicas de ciberespacio en el ejército para proteger su infraestructura, crear armas cibernéticas, atacar y espiar a otras naciones. El país que tiene la mejor tecnología para imponer sus intereses en el espacio cibernético tendrá una mejor capacidad de manejar su poder en los otros espacios, esto da una visión de que podrá existir una combinación de espacio real y virtual. Una confluencia de espacio virtual y real ya fue utilizada para iniciar ataques reales como lo que ocurrió con el Stuxnet que fue introducido en el sistema de la central nuclear iraní y que provocó una interrupción física.[20]

En suma, se observa que el espacio cibernético es el resultado principalmente de la construcción de la consciencia humana que simula, el espacio real en su universo virtual. El Internet, símbolo de la Era de la Información, ha posibilitado la creación de este espacio único que se caracteriza por su simulación e interacción con el ser humano. No se estaría, por tanto, adelante de un espacio diferente o de una continuación del espacio real sino adelante de su propio simulacro.

 



[1]OBAMA, Barack, op. cit.

[2]Idem.

[3]CASTELLS, Manuel (1999), A sociedade em rede – volume I: A era da informação: economia, sociedade e cultura, São Paulo, Paz e Terra, p. 43.

[4]HAWKING, Stephen (2011): A Brief History of Time (http://youtu.be/lGpfu-KpuLw), consultado el 12 de mayo de 2013.

[5]THILL, Scott, Wired (2009): March 17, 1984: William Gibson, Father of Cyberspace. (http://www.wired.com/science/discoveries/news/2009/03/dayintech_0317),consultado el 12 de mayo de 2013.

[6] POSTMAN, Neil, PBS (2005): On Cyberspace (http://youtu.be/49rcVQ1vFAY), consultado el 12 de mayo de 2013.

[7]SANTOS, Milton (2005), Por uma outra globalização: do pensamento único a consciência universal, São Paulo, Editora Record, p. 13.

[8]Ibid. p. 41.

[9]MIHALACHE, Adrian, The Information Society, Taylor & Francis (2002): The Cyber Space-Time Continuum: Meaning and Metaphor (http://personal.lse.ac.uk/whitley/allpubs/timespecialissue/time06.pdf), consultado el 12 de mayo de 2013.

[10]Idem.

[11]MOONEY, Patrick (2010): David Harvey's The Condition of Postmodernity (http://www.uweb.ucsb.edu/~patrickmooney/presentations/w10/harvey/index.html), consultado el 12 de mayo de 2013.

[12]HARVEY, David (1998), Condição pós-moderna, São Paulo, Editora Loyola. p. 261.

[13]CASTELLS, Manuel, op. cit., p. 44.

[14] NYE, Joseph S. Jr. Belfer Center for Science and International Affairs (2001): Cyber Power, p. 5 (http://belfercenter.ksg.harvard.edu/files/cyber-power.pdf), consultado el 12 de mayo de 2013.

[15] Idem.

[16] COHEN, Julie E., Georgetown Public Law and Legal (2007): Cyberspace As / And Space (http://scholarship.law.georgetown.edu/facpub/807/), consultado el 12 de mayo de 2013.

[17]MONTEIRO, Silvana Drumond (2007): O Ciberespaço: o termo, a definição e o conceito (http://www.dgz.org.br/jun07/Art_03.htm), consultado el 12 de mayo de 2013.

[18]NUNES, Mark. Baudrillard (2005): Cyberspace: Internet, Virtuality, and Postmodernity (http://project.cyberpunk.ru/idb/cyberspace_internet_virtuality_postmodernity.html), consultado el 12 de mayo de 2013.

[19]The Economist (2011): Virtual currency: Bits and Bob (http://www.economist.com/blogs/babbage/2011/06/virtual-currency), consultado el 12 de mayo de 2013.

[20] The Telegraph (2012): Barack Obama ordered Stuxnet cyber-attack on Iran (http://www.telegraph.co.uk/technology/news/9305704/Barack-Obama-ordered-Stuxnet-cyber-attack-on-Iran.html), consultado el 12 de mayo de 2013.

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